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7. Los Ojos Se Emañan De Lágrimas Por La Hermosura

ODISEA DEL AUTOR – EL MAESTRO DE LA MANO NEGRA

7. Los Ojos Se Emañan De Lágrimas Por la Hermosura

RELATOS SALVAJES

A un cercano amigo, el destino no quiso darle la segunda oportunidad que merecía. Con el alcohol sin límites convirtió la convivencia con su familia en un infierno. Le echó coraje y con la ayuda de un grupo logró salir de la bebida, colaboró con estas personas exalcohólicas para ayudar a otras. Su metamorfosis fue ejemplar y sus relaciones familiares dieron un giro de mejora espectacular. El tabaco seguía siendo para él una válvula de escape para la ansiedad hasta que le diagnosticaron, un poco antes que a mí, un cáncer de pulmón con metástasis.

La quimioterapia mostró unos resultados esperanzadores, sobre todo en el tórax. Contentos fuimos con nuestras mujeres al cine, yo mejoraba de mi operación y aún no había iniciado mi tratamiento milagroso. Él aludía cariñoso a la época en la que nuestros padres, ya fallecidos, coincidieron en un hospital. La película que vimos fue un bálsamo de risas y una excelente tragicomedia argentina: Relatos Salvajes. Bendito humor, hay quienes dicen también que es resultado de la desesperación. Yo me hice adicto a la risa, las comedias y a la búsqueda de buenos momentos.

Dos meses después falleció, la metástasis le invadió el cerebro y la radioterapia no le fue efectiva. Aunque estaba calamitoso con mi costoso veneno, le eché coraje y una tarde invernal fui a su funeral en Almadén de la Plata. Un par de meses antes, me había dicho en broma: “Carlos, ¿tú vas a ir a mi entierro?”. Y yo le respondí con una sonrisa: “¿Y tú al mío?”. Más ocurrente estuvo un compañero nuestro del pueblo, también profesor jubilado, que le apodan el Letrado, que ante esa misma pregunta le respondió: “¡El coño tu abuela!”

Ahora, las cenizas de él están en parte esparcidas por una ladera donde crece la jara, las esparragueras, el palmito, el romero, el tomillo…, agasajados por abejas, jilgueros o la liebre juguetona… Los ojos se empañan de lágrimas por la hermosura. Rincón natural solitario que no tiene más interferencia que ingredientes naturales puros, el rocío de madrugada, el vuelo de la mariposa, la luz del sol o de la luna hasta la eternidad… A mi amigo le faltaban dos años para alcanzar los sesenta.

                                                                                                                  Carlos Algora

2020-07-06T10:02:51+02:00 7 junio, 2020|Noticias, Odisea del Autor|0 Comments