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4. Humano Con Armadura De Pecholata

ODISEA DEL AUTOREL MAESTRO DE LA MANO NEGRA

4. Humano Con Armadura De Pecholata

La Sierra de Aracena es uno de mis lugares míticos naturales en la estación otoñal. Había un ritual de encuentros con estos paisajes que encandilaban nuestras retinas de verdes, amarillos y rojizos otoñales; de sabores de la sierra, unido a la visita de lugares mágicos como, al atardecer, la antigua mezquita de Almonaster la Real.

En nuestros encuentros en la sierra procurábamos que la risa y lo lúdico, como si regresáramos a la infancia, fueran los principales protagonistas.

Unos días antes de operarme en noviembre de 2014, para desbloquear mi médula comprimida, fui con unos amigos a Fuenteheridos. Di a conocer una foto de nuestro encuentro cargada de simbolismo y belleza: una nube de hojas de castaños lanzadas al aire por nosotros casi cubría nuestros cuerpos, a los pies había una alfombra de hojas caídas y otras permanecían aún en los árboles. Mi imagen con la armadura de pecholata, como llamaba yo a mi corsé, caballero de la triste figura, y la de Reyes, mi mujer, estaban más nítidas, pero las de otros amigos desaparecían entre la hojarasca.

Ventolera de vida, caminos de otoño.

Palpo la alfombra de hojas y me sumerjo

En los matices del verde, ocres y rojizos.

Redescubro paisajes ya conocidos, entrañables.

Los observo con ojos nuevos.

 

Cumplo mi cita mágica y anual con la Sierra de Aracena

Y, en su noveno sábado, con el otoño.

Los castaños se desperezan y desnudan

Para recibir pronto al invierno.

Como haré yo, el próximo 26 de noviembre,

Al afrontar un nuevo desafío.

 

Me desnudaré en la frialdad del quirófano

 Para recomponer mis huesos doloridos.

Caliento mi ser con la calidez de los que me quieren

 Y con la confianza en mi destino.

 

Soy un humano que se cubre con armadura de pecholata,

Un quijote que sonríe a la vida, sin miedos ni amarguras.

Y quién lo diría al contemplarme, si exclamo,

Que pese a los pesares y las travesuras del destino:

Soy afortunado.

                                                                                                                  Carlos Algora

2020-05-05T23:44:05+02:00 21 abril, 2020|Noticias, Odisea del Autor|0 Comments