DESTELLOS EN EL CREPÚSCULO
26. El placebo eres tú. Descubre el poder de tu mente
En mis primeros pasos de la enfermedad, después de un calvario para obtener un diagnóstico certero, una buena amiga me prestó un libro: El placebo eres tú.
Junto a otro compañero iniciamos un proceso de lectura comentada y crecimiento interior que nos abrió un universo de posibilidades: las de nuestro propio organismo y la importancia de la actitud para favorecer la sanación.
Joe Dispenza nos invita a mirar en nuestro interior, a través de la meditación, para conectar con nuestro subconsciente y con lo que él denomina inteligencia superior, que nos da vida, nos cuida y nos protege. Considera que dicha inteligencia puede crear casi 100 billones de células especializadas.
Su premisa esencial: el cuerpo cree lo que le dice la mente. Por eso, el efecto placebo es científico y real. También existe el efecto nocebo, el contrario, que resulta perjudicial y dañino.
Conocida es la historia del cirujano que, al quedarse sin morfina durante la Segunda Guerra Mundial, la sustituyó por una solución salina inocua que tuvo resultados positivos al creer los heridos que le habían administrado la droga.
El cuerpo humano posee su propia farmacia de medicina natural. Pero la sanación no es siempre un proceso espontáneo.
Dispenza, después de un accidente que le lesionó con gravedad la columna, proyectó un plan que le resultó fructífero. A través de la meditación y con la mente aquietada, buscaba conectar con esa inteligencia superior y le encomendaba una acción cada día, sin dejar en su cabeza ningún pensamiento que no quisiera tener.
Nadie puede dudar de que existe una conexión cuerpo-mente: “Cuanto más sepas lo que estás haciendo y por qué lo haces, mejores resultados conseguirás”.
Dispenza recoge testimonios de pacientes e investigadores y concluye: la principal cualidad para lograr sobrevivir a una enfermedad considerada incurable es mantener un espíritu optimista y luchador. Tu personalidad (tu modo de pensar, actuar y sentir) crea tu realidad personal.
Cuando repites un pensamiento positivo y lo unes también a una emoción de alegría, lo refuerzas. Los pensamientos son el lenguaje del cerebro y los sentimientos, el del cuerpo. Imaginar una y otra vez el futuro deseado y unirlo a una emoción de alegría o gratitud.
Es importante que el cáncer te dé una segunda oportunidad. Por desdicha, a veces el padecimiento te supera sin que puedas hacer nada, pese a la lucha positiva emprendida. En mi experiencia, la actitud puede ayudar a mejorar en un 50%. Tan agresivos pueden ser los cánceres como los tratamientos de quimioterapia. Yo conjugo, sin renunciar a nada, la medicina convencional y la natural con mi actitud mental. Como estrategia de actuación, observo mi propio cuerpo, como guía orientador, al que no puedo dejar sin defensas, y el análisis de los resultados obtenidos.
Me veo caminar
acariciado por la luz del sol o de las estrellas,
con una sonrisa ancha,
sin penas, ni dolor, ni enfermedad,
con una paz y una serenidad que empapan todo mi ser.
Inteligencia superior, conciencia espiritual, Dios, destino, universo:
sana mis dolencias.
Indaga en el maravilloso arsenal de mi organismo
y yo interpretaré tus señales.
Sana mis dolencias.
Alegría y gratitud.
Inteligencia superior, conciencia espiritual, Dios, destino, universo:
el milagro es posible
y sé que con mi actitud mejoraré.
Mientras tanto, soy paciente y luchador.
Mi vida no es fácil,
es una carrera de fondo, con caídas y tropiezos.
Pese a los escollos, veo la luz tras el túnel,
ya soy un superviviente.
Mientras tanto, paciencia y gratitud.
Carlos Algora