DESTELLOS EN EL CREPÚSCULO
21. La espiritualidad del papa Francisco
En mi vida, con un gran aprecio por los valores éticos, nunca he comulgado con la jerarquía católica; sin embargo, ahora soy un partidario del papa Francisco.
Para mí es como un mirlo blanco, un trébol de cuatro hojas, una brisa fresca en las anquilosadas estructuras eclesiásticas.
Me sorprenden su humildad, humanidad, tolerancia, la apertura de ideas de sus mensajes, la pobreza que anhela para la Iglesia… «¡Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres!”
Me atrapa su espiritualidad abierta: “Uno puede ser espiritual, pero no religioso. No es necesario ir a la iglesia y dar dinero. Para muchos, la naturaleza puede ser una iglesia”.
Por supuesto, la espiritualidad del papa Francisco parte de Cristo y los Evangelios, como ha de ser. Las esencias de cada doctrina no impiden desarrollar un mensaje tolerante.
He seleccionado frases que me han llamado la atención desde mi posición de agnosticismo espiritual, sincrética y respetuosa con las grandes creencias positivas para el ser humano.
La tolerancia y el respeto entre las grandes religiones son esenciales, las guerras de religión son del pasado, y así lo reconoce el Papa: «El mundo nos mira a nosotros, creyentes, y nos pide un diálogo interreligioso abierto y respetuoso». “No usar a Dios ni a la religión como pretexto para la violencia”.
Su mensaje es considerado con la naturaleza y el ecologismo, como no podía ser de otra forma viniendo de un admirador de san Francisco de Asís, de quien toma su nombre el argentino Jorge Mario Bergoglio: “Los seres humanos no somos meros beneficiarios, sino custodios de las demás criaturas”. «Tenemos la obligación de dejar el mundo mejor de como lo hemos encontrado, a partir del ambiente en que vivamos y los pequeños gestos de la vida cotidiana».
Es muy importante que una persona influyente como el Papa añore construir la paz en este mundo, lacrado y cruel. Que se muestre visceral contra las guerras, incluso las defina como el suicidio de la humanidad: “Tantas veces hemos visto que los problemas… los grandes de la tierra quieren resolverlos con una guerra. ¿Por qué? ¡Porque el dinero es más importante que las personas para ellos!… Es el suicidio de la humanidad, porque mata el corazón, mata precisamente donde está el mensaje del Señor: ¡mata el amor!…”
Clama contra la pena capital, una forma de violencia en muchos Estados que se consideran avanzados y civilizados: “Hoy día la pena de muerte es inadmisible (…) No hace justicia a las víctimas, sino que fomenta la venganza.” “Para un Estado de derecho, la pena de muerte representa un fracaso, porque lo obliga a matar en nombre de la justicia”.
Su mensaje de Dios y de Cristo es de amor, el amor mueve montañas: “Pensar en que Dios es amor nos hace mucho bien, porque nos enseña a amar, a darnos a los demás como Jesús se dio a nosotros.”
Se centra en el Evangelio, donde están las esencias del cristianismo más puro, el de sus orígenes: “La humanidad tiene tanta necesidad del Evangelio, fuente de alegría, esperanza y paz.”
Su enseñanza es solidaria, de compasión y ayuda: “La compasión es padecer con el otro, sufrir con el otro, acercarme a quien sufre… una palabra, una caricia, pero que salga del corazón, esto es la compasión”.
De perdón: “No hay familia perfecta. No tenemos padres perfectos, no somos perfectos (…) Sin perdón la familia se convierte en una arena de conflictos y un reducto de penas. Sin perdón la familia se enferma”.
De tolerancia y esperanza: “No pienses nunca que la lucha que realizas es completamente inútil. Respeta el camino de todos, por lineal o caótico que sea, porque cada uno tiene su propia historia que contar”.
Y contra la manipulación fanática: «Queridos jóvenes, no dejéis que os roben la esperanza».
El Papa invita a no dejarse abatir por el miedo: “Vence al miedo. Pide a Dios el don de la valentía”. Ni dejarse doblegar por el desánimo: “No concedas espacio a los pensamientos negativos”. “No te rindas a la noche, recuerda que el enemigo a derrotar no está fuera de ti, sino dentro”.
El pensamiento único, el fanatismo y la intolerancia sean católicos musulmanes… o políticos me provocan alergia intelectual y rechazo.
En Brasil se ha celebrado un Congreso de Espiritualidad; el propósito de los organizadores era buscar la frescura del discurso del nuevo Papa sin renunciar a los grandes místicos como santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz. Recordemos que ambos santos, reconocidos de la Iglesia católica, sufrieron procesos por la Inquisición, por fortuna enterrada en el pasado.
El mensaje del papa Francisco es de acción para ser mejores como personas: “Allí donde estés, ¡construye! Si te caes, ¡levántate! Si estás sentado, ¡ponte en camino!” Y comprensivo con la actuación humana: “No hay que desanimarse por lo errores: nada es más humano que cometer errores. Si te equivocas, ¡levántate! Ningún error se debe convertir en una prisión para ti».
Carlos Algora